lunes, 12 de marzo de 2007

Primeras Incertidumbres

Han salido a cazar. Es de tarde y no hay sol, así que saben que llegado el momento, deberán haber entrado en calor.

Se dirigen al barranco. Anteriormente hallaron una manera de bajar hasta su zona central sin gran dificultad, pero hoy quieren llegar más abajo y ya no hay vuelta atrás. En realidad siempre habrá la posibilidad de desistir y lo ha visto siempre en la figura de su primo que, sin quedar mal, acodado en argumenos e ingenio, se libra de toda prueba de valor ante el juicio de los amigos. Pero a él esto nunca le ha parecido: prefiere pecar por hacer a quedarse en casa inmaculado bajo el velo de su madre.

Como en una obra de arte, el abismo se abre en un sinfín de cuencas en armonía, ocultando en sus extravagantes trazos de totalidad protegida, aires de misterio que en ellos hacen del barranco, el lugar.

Desde que recuerda la música ha estado acompañándolo en sus momentos mas resaltantes, influyendo en su espíritu y acciones; y este momento no es la excepción: como esperándole, al acecho, lista para revolotear en sus pilosas peluzas, entra en escena por medio de Mariano y su celular. Sonidos estridentes, rasgeos sucios, precisamente NINE INCH NAILS no es el tipo de música que eleve su espíritu hacia lo alto, pero a medio camino de un barranco cada vez más inseguro se vuelve el compañero más osado, así que lo seguimos hasta llegar a la primera mitad. Pronto nuestro esfuerzo de piernas queda relegado para usar los brazos y llenar de pedradas el vacío; un inconmensurable deseo de destrucción se apodera de su espíritu, y así conciente de no poder, se empeña en acabar a pedradas el barranco. Prontamente se queda absorto en una dirección, aletargado... el empuje inicial va cediendo a una creciente monotonía mientras ríen, ¿ríen? impetuosamente desvía la mirada: Uno de sus primos cuelga de brazos en una protuberancia a puertas de una empinada próximo al abismo, no es que vaya a morir de caer, al momento cierto sentido geométrico ¿geométrico? le sugiere que terminaría echo un bodrio, un bodrio lleno de besos cuando su madre lo encontrara; su primo sigue ahí, colgado, pataleando como un escarabajo a espaldas; no es como ver la tele, él esta asustado, más aún al ver que es el único así mientras los demás se matan de risa, incluído ahí el colgado a su verdugo; sería pues, su primera incertidumbre.

Como es de esperar no hubo heridos, más si reprendas una vez llegado a casa, mira como estás!, donde han estado metidos!, saben que hora es!

Ya en cama recontando los echos, riendo a solas, imaginando las desventuras que le depararía el próximo domingo...

lunes, 5 de marzo de 2007

Leer la mente II


En realidad en todo es así. Claro que el enmascarado mago revelaba trucos para vivir, como trabajo. Generalmente desenmascarar algún echo aparentemente atribuíble a poderes sobrenaturales queda descartado, tendemos a marketearnos explotando nuestras habilidades, así que revelar como es que hacemos ciertas cosas sería algo así como apelar a un suicidio comercial, nada recomendable.

De la manera en que se puede ver o imaginar acerca del lado oscuro de la luna, podemos entender las revelaciones de otro modo:

El enmascarado desenmascara porque gana dinero, es decir gana; si ganaramos por cada acto de revelado, tendría cierto sentido (aunque superficial, aparentemente) hacerlo.

sábado, 3 de marzo de 2007

Leer la mente I

Recuerdo años atrás como un tipo enmascarado desenmascaraba a la magia. Cuerpo atlético, flexión perfecta, el enmascarado habilidoso, siempre de negro, entraba un cubiles, sarcófagos o a cilindros llenos de agua; victorioso volvía a entrar, por segunda vez, ya no con un fondo musical de drama, ya no con el corazón acelerar; uno, de pronto, veía atento, entradas, salidas falsas, espacios diminutos, ingenio puro, rentable, líneas de sabia en una sola dirección, cosquilleos en la mente: entender...

El enmascarado desenmascaraba!